
Es común emplear los términos té e infusión como sinónimos. Usualmente se suele decir “prepararé un té de manzanilla” aun si esta es una infusión.
Las propiedades de un té son diferentes a las de una infusión. Todo té es una infusión, más no todas las infusiones son té.
Para conocer la diferencia es conveniente comprender el significado de ambos términos.
Té
El té es, junto al café, una de las bebidas más consumidas del mundo. Cuenta con maravillosas propiedades que difieren según el tipo de oxidación al que haya estado sometido el té.
El té fue descubierto en el año 2500 antes de Cristo y es de origen Chino.
El té proviene de la planta Camellia Sinensis, una planta de origen chino del que proviene el té negro, rojo, verde y blanco.
Un té prepara infusionándose por menos o durante 5 minutos, de lo contrario se obtiene un sabor amargo poco agradable. Al culminar la infusión las hojas se extraen de la taza o tetera.
El té contiene cafeína o teína. Si un té se encuentra altamente oxidado, como el té negro, más cafeína tendrá.
Infusión
Las infusiones son bebidas preparadas con agua a elevadas temperaturas, el agua no llega a hervir. En una infusión se emplean hierbas medicinales en forma de hojas, flores y tallos secos o frescos.
Diferencias entre té e infusión
- El té proviene de la planta Camelia Sinensis y se prepara como una infusión, es decir, agregando a las hojas agua caliente y no hirviendo.
- Una infusión es aquella que se prepara con flores y partes de plantas medicinales varias que no son Camelia Sinensis y por lo tanto no pueden ser denominadas té.
- El té contiene teína o cafeína, mientras que las infusiones no lo contienen. Por ello una infusión de manzanilla no puede ser considerada un té.