Orar y rezar son dos términos similares dependiendo de la religión que evaluemos. Si se trata del catolicismo nos encontramos que debido a sus raíces provenientes del latín «orar» y «rezar» significan lo mismo. En cambio, los protestantes o cristianos utilizan el término orar con el fin de glorificar y agradecer a Dios.
Orar
Es una de las disciplinas básicas de cualquier cristiano. En el caso de los protestantes nos encontramos que oran para agradecer y alabar a Dios. Para ellos la oración más que un poder de «Petición» tiene un poder de alabanza hacia Dios.
Emplean también el término «Orar» para diferenciarse de los católicos y otras ramas del catolicismo y el cristianismo.
Rezar
En el caso de los católicos, durante la misa el sacerdote puede decir orar y rezar empleando ambos términos como si se tratase de sinónimos. La Liturgia de la iglesia católica está basada en latín por lo que (oremus u orare) y (recemos o recitare) son sinónimos.
En el latín orare significa «pronunciar una formula ritual en defensa o una oración» y recitare significa «Leer en voz alta y clara»
Debido a su significado, es más corriente en los países latinos el término orar.
Diferencias entre orar y rezar
- Los católicos suelen emplear el término rezar para la oración mental, es decir, meditación y contemplación. También definen como rezar a las oraciones repetitivas como el Rosario.
- La oración engloba todos los géneros de oración para los católicos, desde peticiones, hasta alabanza y glorificación de Dios.
- Para los protestantes el termino rezar no tiene validez, ellos emplean el termino orar.
- En el caso de los protestantes la oración tiene un carácter de alabanza y glorificación a Dios.
Los protestantes descartan el termino rezar porque lo consideran como orar repetitivamente, mientras que los católicos lo adoptan porque para ellos está permitido.
Todo esto nace de cada interpretación de un versículo de la Biblia: Evangelio de San Mateo (6, 7): “En la oración no afectéis [queráis] hablar mucho, como hacen los gentiles, que se imaginan haber de ser oídos a fuerza de palabras”.
Para los protestantes esta es la prueba de que el rezar repetitivamente no es lo adecuado mientras que los católicos lo interpretan como que las palabras de una oración no deben ser vacías y deben estar acompañadas del corazón.