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Neumonía y pulmonía

Es común encontrar que los términos neumonía y pulmonía se empleen como sinónimos, representan la misma enfermedad según los textos médicos consultados. Tanto la neumonía como la pulmonía es una enfermedad infecciona que causa inflamación en los pulmones.

Neumonía

La neumonía es una enfermedad del sistema respiratorio que consiste en la infección e inflamación de los espacios alveolares de los pulmones.

En algunos casos la neumonía no es infecciosa.

Esta enfermedad puede afectar el lóbulo pulmonar completo, un segmento, los alveolos próximos a los bronquios (bronconeumonía) o al tejido intersticial de los pulmones.

Esta enfermedad provoca que el tejido de los pulmones luzca enrojecido, doloroso e hinchado. La neumonía puede ser tratada por un médico de cabecera.

Existen dos tipos de neumonía según el lugar donde la adquirimos: Neumonía adquirida en la comunidad o NC y la neumonía nosocomial, la cual se adquiere en el hospital luego de 48 horas o 2 semanas de haber recibido el alta.

La neumonía puede ser muy grave si no es detectada a tiempo, puede ser mortal en ancianos y en personas inmunodeprimidas.

Puede llegar a ser altamente contagiosa, pues las bacterias y virus que la ocasionan pueden propagarse por la tos o los estornudos.

Las personas que padecieron neumonía pueden presentar secuelas en su organismo durante mucho tiempo.

Síntomas de la neumonía

Los síntomas de la neumonía pueden variar en severidad:

  • Fiebre alta.
  • Escalofríos.
  • Tos con flema que no mejora ni empeora.
  • Falta de aliento para realizar las tareas diarias.
  • Dolor en el pecho al respirar o tres.
  • Respiración jadeante.

En el caso de una neumonía bacteriana esta se trata con antibióticos, si es viral se tratará con medicamentos antivirales.

La neumonía se puede prevenir con la vacuna neumológica y la vacuna de la gripe. También se puede prevenir lavándose las manos con frecuencia