Migrar y emigrar con conceptos íntimamente relacionados. El emigrar es desplazarnos desde nuestro lugar de origen a uno de destino mientras que migrar es lo que se percibe desde el punto de vista del lugar de destino, es decir, el futuro lugar de residencia percibe la emigración.
Migrar
Migrar es abandonar el lugar de origen. La migración es el desplazamiento de la población humana o animal desde su lugar de origen hasta uno de destino. Implica el cambio de residencia para las personas o de hábitat en el caso de los animales. Es el fenómeno observado por la población que recibe a los inmigrantes.
La migración implica dos procesos, el migrar y el emigrar.
La humanidad ha sido testigo de numerosos procesos de migración en los que poblaciones humanas se desplazan desde sus lugares de origen. En las sociedades nómadas primarias era un proceso común mientras que hoy en día son el producto de necesidades básicas y la búsqueda de mejores oportunidades. Los desplazamientos de las poblaciones pueden ser espontáneos o forzados.
Los países a los que se suele migrar son aquellos que pertenecen al Primer Mundo o son conocidos como países desarrollados.
Emigrar
Emigrar es dejar el país o lugar de origen con el fin de establecerse en otro país o región, sobre todo, debido a causas económicas y sociales. Forma parte del concepto de migración junto al término inmigración.
El emigrar termina cuando ya inicia la inmigración, es decir, cuando se llega al país de origen y se es percibido como un inmigrante.
Diferencias entre migrar y emigrar
Migrar es abandonar nuestro lugar de origen para asentarnos en un nuevo lugar. Se le relaciona con la inmigración, que es la percepción que tiene el país o región que recibe a los inmigrantes. Implica el cambio de residencia o de hábitat de humanos y animales respectivamente.
El emigrar incluye el desplazamiento de grupos de individuos que dejan su lugar de origen para establecerse en otro en busca de una mejor condición de vida.